Sin duda es una muy buena película de terror, distinta a las típicas películas de este género. Lo interesante es que toda la trama se origina por un simple descuido. Cuando se pierde Simón, su madre no descansa hasta tratar de encontrarlo, creyendo que la desaparición de su hijo tiene que ver con el orfanato, los niños que ahí habitaron y los amigos imaginarios de Simón, la madre emprende una búsqueda interminable, tal es la desesperación y obsesión por encontrar a Simón que empieza a guiarse por las pistas que según ella cree que dejan los niños fantasmas del orfanato. ¿Creer para ver o ver para creer? En este caso sucedió lo primero, ya sea por la angustia de encontrar a su hijo, Laura empieza a percibir cosas que los demás no, coincidencia o destino, también descubre que los niños que fueron sus compañeros en el orfanato cuando era niña fueron quemados y sus cuerpos ocultados en un horno. Para el espectador, la trama llega a su fin cuando Laura llega a la conclusión de que fue ella quien golpeó, no a propósito, a Simón y cuando comprende este terrible accidente se llena de tristeza y ahora que vio la realidad, aún así decide creer que simón vive y que esta con los demás niños del orfanato.
Sin duda es una muy buena película de terror, distinta a las típicas películas de este género. Lo interesante es que toda la trama se origina por un simple descuido. Cuando se pierde Simón, su madre no descansa hasta tratar de encontrarlo, creyendo que la desaparición de su hijo tiene que ver con el orfanato, los niños que ahí habitaron y los amigos imaginarios de Simón, la madre emprende una búsqueda interminable, tal es la desesperación y obsesión por encontrar a Simón que empieza a guiarse por las pistas que según ella cree que dejan los niños fantasmas del orfanato. ¿Creer para ver o ver para creer? En este caso sucedió lo primero, ya sea por la angustia de encontrar a su hijo, Laura empieza a percibir cosas que los demás no, coincidencia o destino, también descubre que los niños que fueron sus compañeros en el orfanato cuando era niña fueron quemados y sus cuerpos ocultados en un horno. Para el espectador, la trama llega a su fin cuando Laura llega a la conclusión de que fue ella quien golpeó, no a propósito, a Simón y cuando comprende este terrible accidente se llena de tristeza y ahora que vio la realidad, aún así decide creer que simón vive y que esta con los demás niños del orfanato.
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